jueves, 9 de mayo de 2013

Sexo





No sé en qué estaba pensando cuando de repente tuve una epifanía, pensé "no se si está  bien hacer esto"  que voy a hacer, pero de todos modos lo haré así que de nada sirve entrar en un círculo de duda paralizante, que solo haría acrecentar el deseo de hacerlo y la duda de si hacerlo o no.

La cuestión es que en eso estoy. Ahora mismo lo estoy haciendo, es algo que va a molestar a algunas personas, y a otras las hará sonreir, es algo que pretende lo que muchos de nosotros pretendemos, y más últimamente, en estos tiempos en que algunos piensan que si no lo hacen no existen.

Sólo por esta vez, prometo no hacerlo más, es que quería decirles mi opinión acerca del sexo.

Se me asemeja a la vida, a la energía, se me asemeja a electrones y protones danzando , atrayéndose mutuamente sin llegar jamás a tocarse.

El sexo es una de las formas que los genes han encontrado para cumplir su capricho de duplicarse, es el universo mismo danzando al son del mandato inquebrantable de buscar armonía , la estabilidad, el sociego.

Su placer, es el precio que la vida nos paga a cambio de negarnos la eternidad.

Pero aquí viene la parte molesta, y es el hecho de que debemos notar cuán importante para nosotros el sexo que cuando vemos esa palabra escrita no dudamos un instante en tratar de averiguar qué hay detrás de esa palabra, en qué contexto se escribe, vamos!, cuál es la parte jugosa que viene después de tan traicionera y perturbante palabra.

Otra vez, prometo no volverlo a hacer. 

1 comentario:

  1. Cualquier tema hablado con respeto y honestidad es digno de ser discutido, sexo y todo. Pero vivimos en una sociedad que busca la satisfacción instantánea (que por definición es efímera), sin perspectiva de lo que una conducta implica a largo plazo.
    En cuanto al placer como precio pagado para negarnos la eternidad, yo tengo otra visión: quien sólo busca el placer efímero se concentra en sí mismo como organismo (ego), pero quien acepta su propia mortalidad individual y comprende que somos parte de un todo, una especie, un continuo, comprende que la individualidad no es sagrada, y puede rendirse al placer de manera más completa.

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