La lucidez es uno de esos bienes intangibles que no se pueden comprear, que no se pueden adquirir en una forma artificial, al menos no en una forma para la cual exista una receta ampliamente conocida.
En mi caso creo que fluctúa , que depenede de estados de ánimo para los cuales me he estado entrenando en cómo controlar.
Esto fué escrito el lunes 15 de diciembre, me di cuenta que ese día en particular me desperté tan lúcido como hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Son esos momentos en que hay que aprovechar para apostar al presente y al futuro y parar un poco de revisar el pasaso en busca de pistas.
Este cambio de año no voy a mirar atrás sin filtro, me dije , y el filtro va a ser mirar sólo lo bueno conseguido y las lecciones aprendidas.
Pero alguien me mostró que eso era euforia, lo cual también te disminuye la capacidad de percibir la realidad.
Así que la conclusión es que hay que ser como el marino que no pierde la calma en la tormenta ni tampoco se pone eufórico cuando ésta se termina.
Todo es transitorio (lo bueno y lo malo ) así que toca tener aplomo, y mantenerse en el "camino del medio" con los ojos y la cabeza bien abiertos.
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