sábado, 24 de noviembre de 2012

Hasta el infinito y más allá

Si, ya se, me van a decir que me ocupe del presente, no tanto del pasado ni del futuro, es verdad,
es un vicio que tengo de querer conocer lo insondable.

Siempre quise ir a los límites y traspasarlos.
Conocer lo más pequeño y lo más grande del universo.
Conocer el pasado más remoto posible, y el futuro más remoto imaginable.
Y todo lo que hay en medio de esos extremos. Ver la foto completa y los detalles.

Desde que mi padre, algunos de mis profesores, Carl Sagan, Isaac Asimov, y algunas personas que ejercieron el rol de jefe o jefa en mis trabajos estimularon mi curiosidad, no he podido parar de querer abarcar con mi pequeño cerebro todo lo que existe ,existió o existirá.

Se que es imposible, es como seguir al sol a la misma velocidad que se desplaza la superficie terrestre y procurar alcanzarlo, pero es una faceta de nuestra naturaleza, quizás una de las que contribuyó a nuestra hegemonía sobre el planeta azul.

Pero me gusta, es una manía de la que disfruto.

Me gustaría conocer gente con esas mismas inquietudes y hablar de esas cosas. Prefiero entretenerme hablando o leyendo cosas que estén en la frontera de nuestros pequeños mapas cerebrales de lo que existe, de maravillas que me erizan la piel o me causan asombro, que ponerme a conversar de fútbol, o de política.

De todo ello, lo poco que pude lograr conocer, me dice que el mundo , este pequeño mundo va a mejorar, va a tener grandes crisis, pero va a mejorar.

Y también me da la pista de que nuestra especie o lo que sea que evolucione de ella, va a dominar el espacio, el tiempo y la energía, y es muy probable que en ese viaje infinito nos encontremos con otras conciencias nacidas en otros rincones de este asombroso universo, ¿quizás otros?. Los que vivimos hoy probablemente no lleguemos a enterarnos.

Pero la sola probabilidad de que esas cosas sucedan, me hace feliz.



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