lunes, 11 de febrero de 2013

Sólo otra forma de fe

Hoy tuve una conversación con mi madre acerca de Dios.

Me sorprendo a siendo diferente del que era hace meses, pero casi igual.

Le digo no creer en cuestiones espirituales por considerar como verdades solo aquellas cosas que pueden probarse en forma científica, o más o menos esa sería una síntesis del argumento que pretendía defender.

Es claro que ella sigue siendo de fe católica, y yo sigo tratando de no tener ningún vínculo con religión o doctrina alguna.

Y al rato me cae la ficha, cómo se dice por éste vecindario del Planeta, de que en realidad tampoco es muy racional la postura atea.

Cómo podría alguien ser tan soberbio como para poder afirmar la ausencia de propósito en la existencia. Demostrar la inexistencia de Dios es como demostrar la inexistencia de los elefantes amarillos.

La única demostración posible de ésto último sería hacer una inspección de todo el Planeta Tierra para poder encontrar primero a todos los elefantes que estén vivos (lo que reconozco que hoy en día no es tan difícil lamentablemente ) inventariar el color de su piel, y constatar de que ninguno de ellos es amarillo.

Dado que sería poco por no decir imposiblemente realizable en términos económicos energéticos y temporales revisar todo el Planeta en busca de elefantes nunca tendremos la certeza de haber inventariado a todos y que no se escape ninguno a la investigación.

Haciendo economía de tiempo y energía, "creemos" con un nivel razonable de confianza ( y esto se está pareciendo ya a un argumento manipulador y poco sólido)  que como hasta ahora no ha aparecido ningún elefante amarillo, y como además conocemos con bastante precisión los lugares a donde hay que ir para tener una alta probabilidad de observar un elefante vivo,  que no existen los de color amarillo.

Pero no lo podemos demostrar.

Entonces llego a varias conclusiones en las que confío (sobre todo por haberlas deducido yo ) :


  • Que se puede ser científico y religioso,
  • Que se puede ser ateo pero creer en alguna gran mentira como por ejemplo ciertos universos paralelos al real fabricados por los gobiernos totalitarios (qué ironía y coincidencia que también se pueda decir de esos universos son para lelos ).
  • Que ocuparse de la propia fe, cultivarla o no, es una cuestión de elección personal (si, si, estoy asumiendo que toda persona tiene su fe, pero no lo voy a argumentar ahora).
  • Que no encuentro una etiqueta a mi propia forma de fe que me ahorre tanto palabrerío.
  • Y que ser ateo es sólo otra forma de fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradezco tu comentario, lo leeré antes de publicarlo.